Por qué ya no se usa Plexiglass en las cajas de PC si es más barato?

Las cajas de PC o chasis de PC también han evolucionado junto con los componentes de un ordenador. Sin duda, es el sector que más le está costando innovar, porque se tiene que regir por unas normativas y medidas que son para todos comunes, por lo que ser original se complica. Uno de los aspectos más llamativos fue el dejar de usar plexiglás en favor de otros materiales, pero si es más barato, ¿por qué no se usa?

No es fácil entender por qué todo un sector deja de lado ciertos hábitos, ciertos materiales y apuesta por otros. Pero la realidad es que vivimos en un mundo donde lo más importante es mantener el sistema en pie, generar ingresos y por ende vender más. ¿Cuáles son los motivos para abandonar un material tan polivalente como el plexiglás en los chasis?

Plexiglás, bueno, bonito y barato, pero no suficiente

DGLee ventana

Siempre se dice que la competencia favorece a que las empresas avancen y las que no lo hacen se quedan en la estacada, pero poco se habla del precio de ese avance, de esa innovación. Si miramos atrás, no mucho, solamente 10 años, veremos que los precios eran muy inferiores a los actuales en todos los componentes o partes de un PC.

En cuanto a los chasis, prácticamente vemos cajas de más de 500 euros hacia arriba en la gama alta, mientras que en la baja las tenemos desde 20, pero la gama media ha dado un paso hacia arriba en precio.

Uno de los motivos es precisamente prescindir del plexiglás. Los por qués son tan variados como variopintos, pero la realidad principal es que el usuario medio dejó de interesarle este material como ventana para su PC.

La llegada del vidrio templado ha supuesto un cambio total en el sector, aportando mayor rigidez, más peso, más robustez al conjunto y sobre todo un aspecto visual al chasis más moderno, puesto que es más transparente que el plexiglás.

El vidrio templado se impone pese a sus desventajas

vidrio templado ahumado

El plexiglás es también una industria que es menos específica que la del vidrio, ya que de dicho material se hacen toda clase de productos, hasta un límite difícil de concebir. Aunque es más barato, es más complicado encontrar producción en grandes volúmenes para las métricas especificadas por los fabricantes, que son todas diferentes y en grosores distintos.

Como la industria del plexiglás diversifica la inversión los fabricantes se encuentran a veces con problemas para encontrar fábricas específicas en paneles. Otras de las cosas por las que se ha dejado de usar plexiglás es por su nula resistencia al rallado. A poco que rocemos con algo con punta dicho material tendremos una bonita marca en él.

Por último, el grado de deformidad del mismo dejaba a los fabricantes con nulas opciones de realizar ventanas completas, sin marco, pero además, el marco tenía que ser considerable para no perder fuerza por torsión. Con el vidrio templado la ventana puede ser el propio vidrio, robusta, sin torsión, con mayor resistencia a los rayones y con mejor visibilidad.

Ganamos peso sí, ganamos grosor, también, pero sobre todo se gana en estética y en firmeza, por lo que una vez se prueba como usuario este material, el plexiglás deja de tener sentido realmente y por ello salvo en gama baja ha dejado de ser una opción.

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